Vida

 

Vida nunca dijiste, que eras, bello encanto.

Y aunque no te conozco, si te siento,

Y por eso lo mismo te dedico este canto.

En mi infancia de siempre sonreíste, todos los años

Para mi aun en los peores momentos.

Eras como mi madre que me cubrió de besos y cariño,

Siempre optimista siempre tierna y siempre levantando

Cuando al escalar montañas o valles explorando sucumbía.

Y de niño cuando bajando precipicios como resbaladeros

Nunca vi en tus ojos miedo y si alguna herida aparecía,

Mágicamente la sanabas, eras pues el milagro de mi infancia,

Gracias también por los infantiles juegos

Por las deliciosas frutas y semillas de pinos y nogales.

Sin saberlo me hiciste adolescente y me regalaste suerte,

Pude ver entonces a mi padre, galante feliz y fuerte;

Imágenes que metiste en las pupilas y aun persisten.

Me hiciste saber que mis hermanos eran de mi mismo parte

A los que para compartir sonrisas también tocaste,

O trabajos y aventuras. Pero la sorpresa mas agradable

Fueron las muchachas de mi pueblo

Que gracias a ti sonrieron mandando; con sus ojos y destellos

Mensajes en clave que nunca antes conocí.

Mujeres bellas parecidas a ti. Gracias te doy por las sonrisas.

Y por algunas ardientes caricias, deliciosa fuiste mágica vida.

 

Entre las etapas del camino trazado

Por ti las albricias llegaron.

Un entrenamiento arduo para ser hombre.

Una disciplina férrea y constante.

Me dijiste, te dará la oportunidad de dar

Y lo cumpliste. Desde entonces por regalar

Y ser feliz me compensaron

Sin merecerlo y como regalo

A la constancia me brindaste la familia.

Vida, gracias por ser amiga.

Mis hijos crecieron como robles grandes, fuertes;

Siendo rosales y dando rosas a su abuela.